Los filtros más conocidos en las lentes son los filtros solares , filtros utilizados para la protección de los ojos ante los rayos ultravioletas.
Los rayos ultravioletas UVA y UVB son las formas de luz más peligrosas, y son producidas por el sol.
Estos rayos son considerados causa principal de pinguéculas, pterigium y cáncer en los párpados, además de cataratas y degeneración macular, a largo plazo.
La evidencia científica respalda el uso de gafas de sol con protección UV para proteger los ojos de daños oculares y patologías en la piel que los rodea, y es recomendable su uso para todo el mundo.
Además de los filtros solares, últimamente han comenzado a tener visibilidad otro tipo de filtros, los filtros terapéuticos , aunque no siempre para el uso recomendado.
Los filtros terapéuticos están diseñados especialmente para personas con patologías oculares (retinosis pigmentaria, DMAE, glaucoma...) o molestias, como fotofobia, deslumbramientos, etc. Pero no son recomendables para todo el mundo, se debería analizar cada caso de manera particular.
El Optometrista, experto en baja visión, es el encargado de determinar la conveniencia de un filtro u otro, dependiendo de la patología visual del paciente y el uso que se le vaya a dar.
Los filtros terapéuticos absorben el exceso de luz, protegen de los rayos UV y mejoran el contraste y la agudeza visual.
La luz azul está presente en nuestras pantallas y también en las luces de interiores LED de 6500 K, luz blanca.
No está demostrado actualmente que la luz azul pueda provocar patologías oculares, sin embargo, sí se relaciona su exposición ante ella con un mal descanso.
La luz azul puede producir alteraciones para dormir, puesto que influye en la supresión de la melatonina, la hormona del sueño.
Cuando nuestro cuerpo recibe luz azul entiende que es de día, por lo que la exposición a la luz azul por la noche puede provocar cambios en el descanso.
Los filtros que bloquean la luz azul y sus efectos son aquellos que bloquean longitudes de onda <525 nm, y tienen una tonalidad naranja fuerte o roja, no amarilla.
Filtros amarillos:
Aumentan la luminosidad, reducen el deslumbramiento y mejoran el contraste, se recomiendan en conducción nocturna o días de mucha nubosidad.
Filtros anaranjados o rojos:
Estos filtros podrían ayudar al descanso antes de dormir puesto que bloquean la luz azul favoreciendo la producción de melatonina y sensación de sueño.
La evidencia científica nos dice que, a pesar de que los últimos estudios relativizan el efecto de los filtros para el descanso, la mayoría concluye una leve mejora.
Los resultados son esperanzadores pero todavía no hay una evidencia sólida.
En resumen, las gafas con filtro naranja o rojo pueden ser un complemento más en personas con problemas de sueño y deben ir acompañadas de hábitos saludables (reducir el uso de pantallas, rutina de horarios…) y de valoración médica del trastorno del sueño, en caso de ser necesario.
En Óptica Camiño te ayudamos en la elección del filtro más adecuado para ti y te asesoramos sobre sus distintos usos.
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