En verano la realización de deportes acuáticos aumenta exponencialmente, y ya sea en la piscina o en el mar, debemos tener especial cuidado con nuestros ojos, principalmente si usamos lentes de contacto.
Hay varios tipos de lentes de contacto, y el mayor porcentaje de usuarios lo son de lentes de contacto hidrofílicas, lentes de contacto que son especialmente sensibles al agua.
Las lentes de contacto hidrofílicas están hechas de un material que absorbe el agua, en contacto puede provocar que cambie su forma drásticamente produciendo incomodidad, visión borrosa, etc.
Esto no ocurre en el caso de las lentes de contacto rígidas, sin embargo, tienen más riesgo de caer del ojo en según qué actividades acuáticas.
La mayor seguridad para realizar este tipo de actividades son las lentes de Orto-K, lentes de geometría inversa, con las que se duerme de noche y se sacan durante el día, con una óptima visión.
Riesgos de las lentes de contacto y el agua
En las piscinas, ríos, mares o incluso en el agua corriente hay gran cantidad de bacterias y microorganismos que pueden resultar dañinos para los ojos. Si se adhieren a las lentillas pueden permanecer en los ojos durante un tiempo prolongado aumentando el riesgo de infecciones.
Cabe hablar especialmente de la Acanthamoeba, organismo presente en el agua dulce y que, con bastante frecuencia, se llega a pegar a la lente de contacto y puede causar inflamación de córnea o problemas oculares graves, incluso con pérdida de visión o ceguera.
Además la hipersalinidad del agua del mar o la presencia de cloro en piscinas, puede provocar irritaciones oculares o conjuntivitis alérgicas.
Consejos si necesitas nadar con lentes de contacto
Aunque lo ideal es no utilizar lentes de contacto cuando estamos dentro del agua, en ocasiones, muchos usuarios no tienen otra opción, es por eso que os damos una serie de consejos para intentar evitar las mayores complicaciones posibles:
-Usa unas buenas gafas de natación. Preferiblemente usa unas gafas de natación graduadas y evita el uso de lentes de contacto.
-Utiliza lentillas desechables. Preferiblemente recomendamos el uso de lentes de contacto diarias, para evitar infecciones.
-Ojos hidratados. Mantén tus ojos hidratados para evitar irritaciones y sequedad.
-Multiplica las medidas higiénicas. Lava bien las manos antes del porte y lleva siempre a mano una solución única.
-Si la lente entra en contacto con el agua, retírala del ojo y tírala.
-Evita sumergirte totalmente en el agua o nadar con los ojos abiertos.
¡Quizá, si eres de los que se ducha con las lentillas por comodidad, ahora te lo pienses mejor!
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